La traca final!!

Tras unas semanas bastante tranquilas (que son la peste para este blog, que básicamente se alimenta de mis anécdotas y de las inverosímiles situaciones en las que me veo envuelto), parece que el destino quiere que este último mes sea absolutamente memorable, no sé si para bien o para mal, pero, tal y como ha empezado, la cosa promete!.

El caso es que ayer, tras un día terrible de los que tienes mil cosas que hacer, corriendo de una punta a otra de la ciudad, y llegando tarde a todos sitios (qué estrés por dios!), tras 14 horas por fin termino mi lista de tareas, no me ha dado tiempo a comer en todo el día, así que tengo más hambre que el tamagochi de un sordo!  Voy de camino “The Rocks”, barrio “histórico” (y por histórico quiero decir viejo, más que nada porque son cuatro fábricas cochambrosas reconvertidas en galerías de arte y bares) de la ciudad a tomar una cervecilla con mi compañero de piso, que se iba al día siguiente a otra ciudad. Yo estaba completamente destrozado, pero bueno, todo sea por despedirme del colega, haré el esfuerzo y allá que voy.

El caso es que, cuando le veo a lo lejos, me parece que se tambalea un poco, pero no le doy importancia. 

Llego hasta él y veo que se me abalanza.

- Álvaro! (Coño! Qué efusivo está este hoy!)

- Que tal tío, dónde vamos?

- Álvaro!! (que sí, que sí, que yo también te echaré de menos, pero vamos, que necesito tomarme algo ya, que vengo deshidratado!).

- Doctore! (¿?) [*a partir de ahora traduciré al español, poco más o menos como él me hablaba en inglés]

-Cómo???

- Doctore!! Corazón! Respirar no!! Corazón!! (la madre que te trajo!! Pero qué carallo le pasa a este???)

- Brownie!!!(coñá! Ahora sí que me he perdido! Tienes un ataque o tienes hambre??)

- Brownie con marihuana! (buaaaah! Así que es eso! Te está dando un amarillo! Qué susto! Pensé que era algo serio!)

El cabrón empieza a chillar que su corazón se le está parando y que no puede respirar. Claro, yo ya no sabía muy bien qué hacer! Yo con esto no voy a cargar por toda la ciudad! además estoy en pleno centro y todo el mundo empieza a hacer corro alrededor. En fin, llamo a la ambulancia. Le explico un poco el panorama y me dicen que mandan una ambulancia ahora. Imaginaos el panorama, hora punta de salida del trabajo, en barrio antiguo (es decir, calles estrechas) pues la ambulancia se demoró una media hora. Mientras tanto yo con el colega en la calle, el cerco de gente haciéndose más grande.

- Está bien tu amigo??

- Sí, sí, claro, pero es que es italiano, allí la costumbre es ponerse a gritar en la calle. (Yo ya me estaba poniendo de mal humor, yo sólo quería ir a tomar algo y comer una hamburguesa!! Tanto pedir es eso??)

- Mi corazón!! No siento!! Mira, mira!! Ayuda! Ayuda!! Me ahogo!! 
- Si.. si… , tranquilo que de esta no te mueres….

Y más gente pasando y quedándose mirando todos como “¿pero qué tipo de hijoputa es el barbas este que a su colega le está dando un infarto y el otro no le hace ni puto caso! Ya la escena llegó a su punto esperpéntico máximo cuando, creyendo que moría empezó a gritar a los cuatro vientos el nombre de su novia:

- “Julietta *(nombre ficticio) Ti amo!! Ti amo!!! ( yo no sabía dónde meterme, el círculo de personas se iba haciendo más y más grande. “dónde coño está esa maldita ambulancia?? Que alguien me saque de aquí!!!”)

Por fin llega la ambulancia y lo meten adentro .

- ¿le conoces?

(opción a: mirando al McDonalds, mi estómago, tras 20 horas sin meterse nada, rugiendo como los leones de Ángel Cristo “noooo, sólo soy un peatón buen samaritano”. Opción B, viendo que me tengo que meter en la ambulancia e ir al hospital, lugar no muy reconocido por su extenso y sabroso menú…. “Sí… es mi compañero de piso… “Por alguna razón que desconozco, por una vez el angelito de mi conciencia ganó demonio (debía de estar de copas o así, porque no es que diera mucha batalla,) y dije que sí, que le conocía. En realidad creo que fue la vena periodista la que me llevó a decir que sí, siempre hay que estar al filo de la noticia! Además, iba  a ser una buena historia para el blog!.

Ya de camino del hospital me voy echando unas risas con la conductora y, mientras, el paramédico va anotando síntomas… “pérdida de memoria….desorientación… pulso acelerado… perdida de la facultad del habla….”

- Disculpe!, que eso no es un síntoma! Es  Que no tiene ni papa de inglés!

- Ah! Pues va a ser eso! JAJAJAJA Puedes traducirme?

- ¿?¿? si te he dicho que soy español… y él es italiano….

- No habláis el mismo idioma?

- No… si quieres le hablo español con acento y moviendo mucho las manos, pero vamos, poco más puedo hacer!

- Bueno, y qué ha pasado??

- Y yo que se! Yo estaba trabajando, he quedado con él, y me lo he encontrado de esta guisa. Por lo que le he podido entender, se ha tomado un brownie con maría.

- Cuanto se ha comido??

- y yo que se! Que te digo que yo he llegado un rato antes que vosotros y ya me lo encontré así!

En fin!, llegamos al hospital, el paramédico explica un poco la situación… “él no habla mucho inglés, pero hablad con su amigo, él sabe qué ha pasado!

Que yo qué?? Pero es que nadie me escucha?? Que no tengo ni puta idea! Que yo sólo venía a tomarme una cerveza y una hamburguesa!.

Nada, ni puto caso, de nuevo todo el interrogatorio, obviamente, sin ningún tipo de modificación del guión. Le tumban en una camilla… le preguntan que si quiere algo de comer, o de beber…  un sanwich, una cocacola… Mi estómago escucha eso y ruge, yo, por si acaso también carraspeo. Pero nada, la tía me mira, y me ignora. Le dan un par de calmantes y se queda sopa.

- Bueno, qué? Le vais a dejar aquí toda la noche?

- A él?? No, no, que va, sólo hasta que se despierte y se encuentre mejor.

- Hasta que se despierte??? Estás de coña? Si me viene más puesto de maría que Melendi y encima le has dado un tranquilizante!!! Este no se mueve en una semana!!

- Si, bueno, trataremos de despertarle en unas horas y así puedes llevártelo.

- ahá… (así que él se me droga solito, vosotros me lo drogais más y luego, el que tiene que arrastrar el cuerpo por todo Sydney, no sin antes esperar un número indefinido de horas hasta que alguien crea que el muchacho se encuentra mejor, soy yo, no?? Cojonudo!) En fin, hay algo aquí cerca donde pueda comer?

- La cafetería, pero ya está cerrada.

- ah!, pues muy bien, muchas gracias por la información, muy útil.

- Bueno, entonces ,me han dicho que tu amigo no habla mucho inglés.

- no, no mucho, lo que se dice mucho, no.

- Entonces tú puedes traducirnos al italiano lo que decímos, verdad?

- (no puede ser, otra vez no……) mmmm, no…..

- no hablais el mismo idioma?

- Por qué  habría de hacerlo?

- No está cerca?

- relativamente, pero vamos, como ya he dicho hoy 3 veces: NO, NO PUEDO TRADUCIROS!!!! Europa no es un país, somos muchos, cada cual con su idioma, Cojones!!

- Ok… veremos qué podemos hacer…. Por cierto, tú cuantos te has metido?

- ¿?¿?¿? cuantos qué???

- Brownies

- Yo???’ ninguno!!! Que yo venía de trabajar!! Que se lo he explicado antes a tu compañera!

- Seguro?

Tras hacerle comprender por enésima vez que no me había comido nada, empecé a leerme el libro del gran Eduardo Mendoza que me había llegado por correo esa misma mañana. Aparte de encontrar un terrible paralelismo entre las situaciones completamente surrealistas en las que el personaje se ve envuelto, y las mías propias, que no tenían nada que envidiar, descubrí que leer este libro en una sala de espera, en la que se tiene que mantener silencio, y, cuando estás bajo la sospecha de haber consumido drogas, es una terrible idea: Las carcajadas se debieron oír por todo el hospital, lo cual, desgraciadamente, no ayudó a demostrar mi inocencia.

En fin, tras 5 horas allí metidos, mi paciencia a punto de tocar a su fin, mi cabreo tocando el techo y mi estómago empezando a devorarse a sí mismo, el doctor decidió que mi amigo ya estaba suficientemente bien y que podía llevarlo (es decir, arrastrarlo) a casa. No me han sabido unos espaguetis tan bien en toda la vida!.

Sed buenos y cuidáos!!